Cubita ya está de alta hoy.
Ingresó el jueves 19 de marzo de 2015 luego de concluir un ejercicio rutinario de tira y cae en la lomita de prácticas de Cayo Chiquito con viento adecuado (más bien, bajo) a las 10 AM.
Hubo un error de cálculo del planeo de la vela unos metros antes de llegar al arbusto: estimó que la sobrevolaría o que la rozaría con la silla. Pero la vela bajó unos pocos centímetros suficientes para que se produjera el choque en lugar de peinado (resultando en adelantamiento, torcimiento y pérdida de sustentación de la vela). Además falló en la otra apreciación al pensar que las ramas eran suaves, como las que abundan por allí, pero realmente siendo un tronco delgado, es de las más duras, probablemente Jaragua.
La equivocación en el planeo es porque estaba probando volar con el lastre para ajustarlo. Eso le cambió la pendiente y la velocidad acostumbradas. El lastre era tierra suelta en una mochila a la espalda, unos 5 kg. Para mayor coincidencia el sitio de la caída es una explanadita rocosa lavada por las lluvias y el peso del lastre arreció el golpe que fracturó la pelvis más una luxación en el brazo izquierdo.
De haberse ido a uno cualquiera de los lados, en apenas medio metro, habría aterrizado felizmente como tantas veces anteriores allí mismo.
Damos gracias a todos los colegas que han tenido preocupación. Nos ha alegrado que la noticia voló, alcanzando, en un brevísimo tiempo, a pilotos de todo el país. Hemos recibido llamadas de varios sitios especialmente de Guisa, Holguín y Sagua. Vinieron personalmente pilotos de Holguín y Sagua en representación de todos. Agradecemos a los transeúntes desconocidos que acudieron rápidamente al auxilio y a las personas que trasladaron al accidentado al Hospital [auto con monjas y otras personas de la iglesia católica]
Desfiló frente a la cama de nuestro piloto una sucesión de ejércitos: Su numerosa familia; guajiros de buen humor, maratonistas, pilotos, compañeros de trabajo, vecinos, hermanos de la fe cristiana.
Funcionarios del partido en Moa se interesaron por su salud igual que numerosa gente desconocida (aún nosotros haber divulgado poco nuestra actividad aquí)
Si les ha saltado la pregunta, me adelanto: El sábado el principal motivo de conversación con su acompañante fué una lectura comentada de unas cuantas páginas de un libro de parapente. En otro momento él dice “solo dejo de volar si Dismérida [su esposa] opone alguna objeción” ella dice algo que se pareció más a: “Totí, ni quemándole el pico…”
Y para reafirmación arribó Pedro, un conocido, con varias lesiones. Precisamente tiempo atrás comentábamos que en la obra la gente trabaja sobre andamios que son hamacas, que ese peligro cotidiano era peor que volar en parapente y mucha gente no está consciente de ello. Pues, Pedro, trabajaba en uno de dichos andamios: Tuvo suerte de haber realizado los movimientos adecuados para no terminar aplastado por añadidura, lo mismo que sus ayudantes. No hace un mes, murió Yumilo, alcanzado por el chorro de arena presurizada (sand blasting) que le desgarró entre las piernas cortando la aorta. hay niños huérfanos de padre y madre fallecidos por causas endémicas de aquí. En Moa estamos conscientes de estar coqueteando con la muerte, somos kamikazes enamorados de la vida. Cada día en Moa estamos muriendo y cada vuelo nuestro es un trozo de vida arrebatado a la parca.
Por eso no tenemos duda: Seguimos adelante. En Moa ya está preparándose uno de los futuros campeones de vuelo en parapente de Cuba y para ello un poco de ayuda, tolerancia y complicidad no nos vendrá mal.
Al final de los disgustos, tenemos un poco de alegría. Hacemos fiestas por la parte buena de esta historia.